Sant Jordi
Cuenta la leyenda que la ciudad de Montblanc vivía aterrorizada por un gran dragón que asustaba a todos y causaba daños entre la población y los animales.
Para tranquilizarlo, los habitantes del pueblo acordaron dar al dragón una persona en sacrificio y para ello, todos los días se realizaba un sorteo en el que salía elegida la persona que debía ser entregada al dragón.
Uno de esos días la mala suerte le tocó a la hija del rey. Ella era una mujer joven y bella muy admirada por los habitantes del pueblo, en especial por su padre quien se resistía a entregarla en sacrificio. Al ver el sufrimiento del rey muchos ciudadanos se ofrecieron para reemplazar a la princesa, pero el rey se negaba a que otros tuvieran que pagar por la suerte de su hija. Además, él era consciente de que su hija hacía parte del pueblo y por tanto debía seguir las normas que hasta el momento se habían pactado.
La princesa abandonó la ciudad. Caminando sin prisa en dirección hacia el gran dragón, la princesa se detenía algunos instantes para mirar su pueblo con gran tristeza y resignación. De pronto, cuando menos lo esperaba, apareció un joven caballero con armadura montado sobre un caballo blanco. Al verlo, la princesa le informó de los peligros que podía sufrir estando en ese lugar, pero el caballero se negó a abandonarla y le dijo que él estaba allí para salvarla a ella y a todos los habitantes del pueblo.
Este caballero llamado Jordi, se enfrentó al dragón tan pronto este apareció. Libraron una gran batalla hasta que el caballero le incrustó una gran lanza al dragón. De la sangre que derramó el dragón nació un hermoso rosal que Jordi entregó a la princesa después de haber ganado la batalla.
...Pero los tiempos cambian y en nuestros días, Jordi pasa de matar Dragones, porque están en peligro de extinción.
Y los pocos dragones que quedan, se buscan la vida como
pueden
Utilizando el fuego de forma práctica, como cocineros
Tocando el violoncello, a su manera, en la calle
Como pintores
De mensajeros...
De vez en cuando, aprovechan las manifestaciones
para reivindicar sus derechos.
Y cuando les entra la nostalgia, navegan por internet
en busca de su glorioso pasado, para encontrar
ejemplares como este:
en busca de su glorioso pasado, para encontrar
ejemplares como este:
¡Qué tiempos aquellos!
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Libros y rosas
Futuros lectores
La celebración del día del libro se remonta a principios de siglo. La historia del libro se hace festiva y surgen actividades literarias en toda España. Hoy, el día 23 de Abril se celebra en todo el mundo, el día del libro internacional.
El Origen del día del libro se remonta a 1930. El 23 de abril de 1616 fallecían Cervantes y Shakespeare. También en un 23 de abril nacieron – o murieron – otros escritores eminentes como Maurice Druon, K. Laxness, Vladimir Nabokov, Josep Pla o Manuel Mejía Vallejo. Por este motivo, esta fecha tan simbólica para la literatura universal fue la escogida por la Conferencia General de la UNESCO para rendir un homenaje mundial al libro y sus autores, y alentar a todos, en particular a los más jóvenes, a descubrir el placer de la lectura y respetar la irreemplazable contribución de los creadores al progreso social y cultural.
La idea original de esta celebración partió de Cataluña, del escritor valenciano Vicente Clavel Andrés, proponiéndola a la Cámara Oficial del Libro de Barcelona. Poco después, en 1930, se instaura definitivamente la fecha del 23 de abril como Día del Libro mundial, donde este día coincide con Sant Jordi (San Jorge), patrón de Cataluña y Aragón y es tradicional que los enamorados y personas queridas se intercambien una rosa y un libro
GENTE CORRIENTE
Demetrio ortega
El campesino que soñaba con letras. Nunca fue a la escuela y con 86 años ha escrito su vida en dos tomos.
«Cuando vi que podía leer no sabía si reír o llorar»
Miércoles, 18 de abril del 2012
Tras faenar en la huerta y dar de comer a los animales, Demetrio desanda el camino hasta su casa en Peñolite (Jaén) y se sienta a repasar las últimas páginas que ha escrito en un cuaderno. Son los párrafos finales del segundo volumen de su autobiografía, la historia de un hombre sin estudios que se licenció al aire libre en humanidad y fuerza de voluntad.
-Vive en la calle de Antonio Machado. Estaba predestinado a las letras
-Cuando el año pasado presenté mi primer libro quisieron poner la calle a mi nombre, pero yo dije: «No, eso no lo permito». No vamos a quitar a un señor que fue mucho más famoso que yo, que solo sé hacer cuatro letras mal hechas. Esto está hecho así y así se va a quedar.
¿Cuatro letras mal hechas?
-De niño no tuve la oportunidad de ir al colegio. Nací en 1926, mi padre murió cuando yo no había cumplido 10 años y me pusieron a servir con un señor, a guardarle un hato de cabras. Así me crié yo, en el monte, con los animales. Mismo si era invierno que si era verano, había que dormir a la majá (al raso). Había noches que no eran tan malas, otras llovía o nevarruchaba. Me cubría con un capote y con una lumbre a los pies pasaba la noche. Pero es un larga historia, igual la canso...
-¿Cansarme? Me tiene fascinada.
-Pues verá... Yo nunca había dormido en el campo y la primera noche no pude dormir. Lloviznaba. Y yo namás que miraba al cielo y me preguntaba: «Madre mía, ¡qué suerte va a ser la mía!» Le leo lo que he escrito sobre aquel día: «Mala suerte haber nacido en este día. Si mi padre viviera, esto no me pasaría».
"Pasé 20 años inválido y mi hija me dejó su cartilla escolar para que aprendiera las primeras letras"
"Pasé 20 años inválido y mi hija me dejó su cartilla escolar para que aprendiera las primeras letras"
-¿Le acomplejaba ser analfabeto?
-Tuve un complejo bastante grande, porque soy pequeño de estatura, pero en la imaginación y en la manera de pensar no me sentía inferior a otras personas. Siempre pensé que tenía que intentar aprender a leer y a escribir de alguna manera, no podía morirme con esa ansia dentro.
-¿Y cómo aprendió?
-En el 79 enfermé y pasé 20 años inválido. Caí en un dolor insoportable, estaba en un grito continuamente, y los médicos no atinaban con lo que tenía. Mi vida era un calvario. Sería en el 85 cuando mi hija la menor me dejó su cartilla escolar, para que aprendiera las primeras letras. Aquello me dio ánimo, porque veía que más o menos me defendía.
-¿Qué sintió al leer por primera vez?
-Aquello me llenó de emoción. Cuando me di cuenta de que podía leer no sabía si reír o llorar.
-¿Y qué fue lo primero que leyó?
-El señor del traje gris, un libro que tengo guardado. Luego me compraron una Biblia de 1.300 páginas y El código Da Vinci. He leído mucho.
-Años después se lanzó a escribir.
-Yo ahora tengo 86 años, pues hará unos 10 que empecé a escribir. Unas cosas medio las entendía, otras no y, si no me gustaba una página, la arrancaba.
-¿Por qué escribir? ¿Qué necesitaba contar?
-Poco antes de morir, mi padre me pidió que cuidara de mi madre. Me lo tomé tan en serio que no sabía de dónde iba a sacar yo la subsistencia para poder salir adelante en plena guerra, por eso escribí mi vida. Cuando mi hija menor vio que casi había llenado un cuaderno, lo llevó a una editorial. No le voy a contar fantasías, hago muchas faltas de ortografía, porque no sé nada, pero en la editorial lo arreglaron bien.
-Muchos de sus vecinos emigraron tras la guerra, pero usted se quedó.
-Mis primos me propusieron que me fuera con ellos a Barcelona; me buscarían piso y trabajaría en la obra con ellos. Lo consulté con mi esposa, que llevamos 60 años casados y nos queremos con locura, y dijimos: «¿A dónde vamos nosotros, que somos dos personas analfabetas? Adonde quiera que vayamos, tendremos que ser criados de otros». Nos quedamos en nuestro pueblo, arrendamos unas fincas de olivos y así hicimos un pequeño patrimonio con el que criamos a nuestros hijos.
-Trabajando de sol a sol.
-Trabajando de luz a luz. Y también de noche, mayormente, porque había que cargar las aceitunas y esto es una montaña, es sierra, y aquí no había carreteras. He aprendido tanto en el campo como si hubiera ido al colegio, pero a lo mejor usted estará impresionada porque no tengo un vocabulario muy claro, muy eficaz. Yo hablo a mi manera, como me he criado.
-A mí lo que me impresiona es su dignidad. Dígame, ¿cómo se titula la primera parte de su autobiografía?
-La superación del pequeño gran hombre, ese es el título.
Rosas
Hablando de rosas, acude a mi mente, aquella rosa azul que Douglas Fairbanks debía ir a buscar para la princesa en "El Ladrón de Bagdad"
Ó esta otra, amarilla, en la voz de Manolo García
Y no podía faltar una rosa roja
Finalmente, el poema más breve dedicado a ella
¡No la toques ya más,
que así es la rosa!
Nota: Esta entrada, estaba prevista para el día de ayer, pero no me fue posible publicarla; así que lo hago hoy y está dedicada a todos vosotros ¡Gracias por estar ahí!
Buena entrada.
ResponderEliminarMe encantan estas leyendas que nos influyen sin casi darnos cuenta de ello.
Me gusta mucho como en el día del libro las librerías salen a las calles y ves a montones de gente mirando y buscando libros.
¡Menos mal que los dragones ya no son tan malos como antes!
Saludos.
Pues feliz día de Sant Jordi, aunque sea con algo de retraso. Aquí celebramos San Jorge, que es el patrón de la ciudad, con la quema de un dragón grandote en la Plaza Mayor.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, Manderly: Aunque no soy muy partidaria de "el día de esto, o de lo otro" porque ya sabemos que lo que prima es lo comercial, en este caso me gusta por lo que tu díces, las calles se llenan de gente en torno a los libros y en cualquier rincón encuentras rosas en todas sus variedades. Los niños participan mucho con sus dibujos; por eso quise incluir un toque infantil con el dragón.
ResponderEliminarGracias por pasar. Un saludo
Muy bonita entrada, Selegna.
ResponderEliminarHe disfrutado mucho con la historia de Sant Jordi, los dragones, el escritor autodidacta y las rosas varias. Por aportar algo (aunque al post no le falta un perejil, como decimos por aquí abajo...) se me ha venido a la cabeza aquéllo que decía Gertrude Stein de "una rosa es una rosa" al que tanto partido le sacaron los Mecano ;)
Un saludo y te paso un premio. Enhorabuena
http://maraminiver.blogspot.com.es/2012/04/mara-miniver-se-fue-la-feria.html
Hola Selegna, me ha gustado mucho tu entrada.
ResponderEliminarLa historia y su leyenda es muy bonita.
Una rosa y un libro es un buen motivo para celebrarlo.
Aunque, como bien dices tiene su parte de comercialidad, sigue siendo necesario para que nadie se olvide de lo maravilloso que es un libro.
Un saludo
Hola, Ricardo: Muchas gracias por la felicitación; lo de menos es el retraso; yo también me he retrasado al publicarla. ¡Pobre Dragón, quemado como Juana de Arco!...a ver si vamos a tener que cambiar Sant Jordi, por San Dragón...y ponerle esa estupenda armadura a él...ja,ja,ja
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Mara por tus palabras; creo que podría hacerse mucho mejor y hubiera incluido muchas más canciones, poemas etc...pero hubiera sido demasiado largo. Gracias también por tu aportación, y con lo del premio...me dejas sin palabras!; nunca me han dado ninguno, ni creo que me lo vuelvan a dar. ¡Que ilusión!
ResponderEliminarGracias de nuevo. Un beso
Hola, Noodles: Me alegro que te haya gustado la entrada. Coincido contigo en la importancia del libro, al que tú rindes homenaje siempre en tu estupendo blog. Por cierto Felicidades por tu merecido premio Liebster!
ResponderEliminarUn saludo
Qué completa informacion sobre una de las tradiciones catalanas has publicado, te felicito. Asi podré entender por qué abundan los Jordis en Cataluña, como las Pilares en Zaragoza o las Rocios en Andalucía.Esta es una las curiosidades que he hallado en España, la fijacion con ciertos nombres de acuerdo a las regiones. Me lo guardo para que pueda leer con detenimiento. Un saludo cordial.
ResponderEliminarHola, José: Gracias por tu visita y celebro que te haya parecido completa la entrada y que la guardes porque te resulta útil. yo creia que en todas partes ocurria lo mismo con respecto a los nombres. ¿En Bolivia ho?
ResponderEliminar¿sabes una cosa? al leer un saludo cordial, no he podido evitar una sonrisa recordando al periodista deportivo "Jose Mª García" que por
aquí se hizo famoso, entre otras cosas, porque se despedía en su
programa de radio con un " saludos cordiales" y además coincide que tú eres futbolero; así que yo te despido con un cariñoso saludo.
Hasta pronto
Vaya pedazo de post!Super completo. San Jorge además es el patrón de Cáceres, mi ciudad. Todo lo relativo a él, le tengo mucho cariño.
ResponderEliminarBesos Selegna.
Mr alegro que te haya gustado. Yo siento debilidad por este día; quizá por eso, le he dedicado más tiempo y me ha quedado mejor. Una feliz coincidencia, que sea también el Patrón de Cáceres, como también me comentaba Ricardo más arriba.
ResponderEliminarGracias, Emilio, por pasar por aquí.
Besos también para tí
Instructiva, seductora y completa semblanza del Sant Jordi. Creo que no es necesario explicar por qué tu homenaje es muy de agradecer, de veras.
ResponderEliminarUn abrazo.
Estoy contenta de que haya gustado este post dedicado a Sant Jordi. Disfruté mucho preparándolo y aunque tuve algunos "problemillas", finalmente no quedó mal.
ResponderEliminar¡Gracias por todo, Teo! Un abrazo