Cuando la Biblioteca Nacional abrió sus puertas hace 300 años no se permitía el acceso de las mujeres como lectoras. Sólo podían acudir de visita y en días de fiesta. Hasta que una valiente, Antonia Gutierrez Bueno, rompió la norma.
Más de un siglo tuvo que pasar desde que Felipe V abrió las puertas de la Biblioteca Nacional a finales de 1711- entonces Real Biblioteca Pública - para que una mujer disfrutase de las obras que allí se depositaban. El hecho está asumido y legislado: En la constitución de 1761 se advertía que " no se permitiría la entrada con gorro, cofia, pelo atado, embozo u otro trage indecente o sospechoso, ni muger alguna en días y horas de estudio; pues para ver la Biblioteca podrán hir en los feriados con permiso del Bibliotecario Mayor."
Sólo se les permitía la entrada los sábados de visita y nunca como lectoras. Eran los derechos de las españolas en el siglo XVIII, hasta que llegó Antonia Gutierrez Bueno, la primera en romper con la exclusividad masculina y una afortunada dentro de un panorama educativo discriminatorio.
Con la intención de documentarse para un Diccionario histórico y biográfico de mujeres célebres en el que trabajaba, solicitó un permiso a la regente María Cristina para acceder al centro. Y obtuvo la licencia, aunque a la manera de aquella época, en una sala separada de los hombres. En cualquier caso, la gesta de Gutierrez Bueno allanó el paso al resto de mujeres que quisieron adentrarse en el mundo de la cultura, pues la regente extendió la concesión a todas las que "gustasen concurrir."
A pesar de lo logrado, la vida de Gutierrez Bueno (murió en 1874) se difumina en el anonimato. Los periódicos de entonces no le prestaron atención, y no se tiene constancia de que llegara a publicar la enciclopedia. De haberlo hecho, bien podía haber aparecido su nombre en la lista que tejió con historias de insignes mujeres. Por Isabel Rodriguez Ramos
Este artículo fue publicado en El Periódico de Cataluña, en el suplemento "Yo dona" de ayer viernes 2 de marzo. Creo que vale la pena recordar estos "pequeños-grandes pasos" que nos hacen darnos cuenta de la importancia que tienen cosas que hacemos habitualmente y que por esa misma razón no las valoramos. También me ha hecho pensar el hecho de que no haya encontrado en internet nada sobre esta mujer; ni siquiera entrando en la página de la revista (yodona.com), he podido encontrar este artículo ni fotos, así que la que he puesto, la he hecho yo misma directamente de la revista.
Los periódicos de aquella época parece ser que no dieron importancia a esta noticia ¿Y los de ahora?..
Desde luego yo le doy las gracias y recordaré a esta mujer siempre que vaya a una biblioteca.
Podeis hacer una visita virtual en "cervantes.com"
Me gustan las bibliotecas, sobre todo las antiguas. Tienen un 'algo' que nos envuelve. Me gusta visitarlas.
ResponderEliminarDesconocía por completo la historia de Antonia Gutierrez Bueno, muchas gracias por descubrírmella!
Deberia ser un figura imporante dentro de nuestra historia, pero ya sabemos que hay muchos héroes y heroínas anónimos a los que nunca conoceremos.
Saludos.
Gracias a ti, Manderly, por acercarte y dejar tu comentario. Lo que dices de los héroes y heroinas anonimos es muy cierto; por eso me gustó este artículo y quise compartirlo. Además es que yo utilizo a menudo las bibliotecas, tanto para leer como para buscar películas que no encuentro etc...y no me había parado a pensar que en otro tiempo no hubiera podido hacerlo.
ResponderEliminarSaludos también para tí
Desconocía lo que nos cuentas sobre esta mujer. Las Bibliotecas son lugares muy mágicos. Son como un submundo aparte. Te aislan de todo. Hay muchos hombre y mujeres casi anónimos a los que debemos tantas cosas..
ResponderEliminarGracias por descubrirnos la historia de Antonia Gutierrez. Qué bonita la pintura de la primera fotografía.
Un beso
Gracias a ti, Myra, por estar siempre ahí. Yo tampoco conocía esta historia y me parece injusto que cosas así caigan en el olvido, así que también agradezco a Isabel Rodriguez su artículo. La foto es un fragmento de la que ilustra el texto y a mí también me parece muy
ResponderEliminarbonita. Y en otro orden de cosas, sí, es un lío esto de los códigos; me llegaron 3 comentarios; he puesto el primero de ellos; espero que estés de acuerdo.
Un beso
Saludos Selegna:
ResponderEliminarMe gusta el nuevo look de tu blog. Para mi BArcelona tiene la significancia de la Meca, todos los culés de alrededor del mundo, debemos de visitarla por lo menos una vez en la vida, jeje. Estuve muy cerca, algun dia será. Pese a que me gustan los libros, le tengo fobia a las bibliotecas, son intimidantes en todo sentido, especialmente su silencio fantasmal. Debe ser culpa del cine.
Hola, José: Me alegro que te guste el nuevo look del blog y que seas un seguidor del Barça; Veo que te pasa con Barcelona como a mí con París, aunque no tanto como "La meca" ja, ja, ja.
ResponderEliminarEs curioso que gustándote los libros, tengas fobia a las bibliotecas; es cierto que yo también me siento un poco incómoda en las grandes y muy antiguas; pero en las del barrio me siento como en casa y casi siempre encuentro lo que busco; además son muy funcionales y bien iluminadas. Tal vez te refieras a alguna película de terror, por lo de "silencio fantasmal"
Bueno, gracias por dejar tu comentario. Hasta la próxima.
Saludos también para tí
Bonita historia Selegna.
ResponderEliminarMadre mía como debieron ser las cosas por aquella época. Afortunadamente hemos evolucionado. O eso creo...
Y por supuesto a Antonia Gutierrez habrá que darle las gracias por este "atrevimiento".
Las bibliotecas son maravillosas. Esperemos que en un futuro, esto "del internet" no acabe con ellas.
Espectacular la foto de Barcelona. Que conste que yo como madrileño me encanta.
Un saludo
Hola, C. Noodles: Yo creo que sí hemos evolucionado, afortunadamente; pero también que no tanto como sería deseable. Está claro que para la mujer fué dificil vivir en aquella época; por eso tiene mérito que ella agudizara el ingenio para cambiar las normas.
ResponderEliminarNo creo que Internet acabe con las bibliotecas, como tampoco que el libro electrónico acabe con los de papel; creo que pueden convivir y complementarse.
Me alegro que te guste la foto de Barcelona; A mi Madrid también me gusta; tiene lugares muy bonitos.
Gracias por pasar por aquí.
Saludos
Me parece un tema interesante, son esos pequeños logros los que allanan el camino para los demás, si alguien no se hubiera propuesto cambiar lo malo no hubiera pasado, creemos que lo que vivimos es algo hecho cuando no es así, se debe a la iniciativa de alguien o de varios, pero todos podemos aportar un grano de arena, la difusión misma del artículo ayuda. Un beso.
ResponderEliminarHola, Mario: Lo has expresado muy bien y esa ha sido mi intención al poner esta entrada. Gracias por pasarte y dejar tu comentario. Me gusta tu nuevo "avatar"; ese "hombre sobre un mar de nubes";
ResponderEliminarUn beso
Interesante historia. Supongo que llevamos un camino lento pero quiero pensar que seguro. Las bibliotecas me encantan pero reconozco que cada vez las piso menos. Un saludo Selegna, es la primera vez que me paso por tu blog pero no será la última.
ResponderEliminarGracias, Mara, por tu visita. Bienvenida al blog, siempre que quieras. Me alegro que te haya gustado esta entrada. Como he repetido ya anteriormente, yo utilizo mucho las bibliotecas; porque cuando visito las librerias y grandes almacenes, me traería a casa todo lo que me gusta; pero la única forma de hacerlo, creo que no le iba a parecer muy bien al guarda de seguridad... ja,ja,ja.
ResponderEliminarBueno, y en cuanto a lo de los derechos, estoy de acuerdo contigo en que el camino es lento pero seguro; aunque eso sí, peleándolo siempre.
Gracias de nuevo. Un abrazo